El día en que la radio encendió la luz
🎙️ La luz de la radio brilla durante las 12 horas de apagón, y nos recuerda la fragilidad de nuestra vida virtual. Paloma García Ovejero protagoniza el nuevo episodio de Hoy en el Podcast.
Supongo que, a estas alturas, lo de recurrir a El Gran Apagón, la primera gran ficción sonora de la edad contemporánea, no te sorprenderá.
No soy el primero en hacer la analogía.
Ni en describir las horas distópicas que vivimos ayer, con un país sin electricidad, viviendo una tarde analógica, añeja, de libros y conversaciones.
Estoy seguro de que muchos matrimonios se encontraron la mirada por vez primera en meses. Sin la agenda llena de extraescolares ni tabletas conectadas, la vida se nos volvió, de repente, increíblemente nueva.
A lo mejor no sabías qué hacer. Cogías el móvil, por costumbre, y no había notificaciones; y bajabas el dedo por la pantalla, pero el WhatsApp seguía frito.
Conectando…
A lo mejor tuviste un poco de ansiedad.
Yo ayer descubrí que aún tenía un transistor. Cuando falló el Mac, el iPhone, la televisión enorme, Alexa y Ok Google, el reloj digital, un poco aturdido por la falta de noticias, que en mi caso es sinónimo de enfermedad, entonces me acordé de la pequeña radio a pilas.
Bueno, en realidad, me lo recordó mi mujer.
“Está en mi mesilla de noche”.
La encendí y sonó el frito característico. Es un transistor pequeño, que funciona casi como un milagro. Solo logré sintonizar mi querida Radio Castilla-La Mancha y Radio Nacional de España.
Y solo si mantenía el dedo pegado a la ruedecita del dial.
Las noticias saltaban como una peonza, iban y venían, subían y bajaban, los trenes colapsados, la gente encerrada en los ascensores, la M30 cortada, el alcalde Almeida pidiendo a los vecinos de Madrid que se quedaran en sus casas; incluso una señora decía que había ido a buscar a su hijo al colegio porque era un poco aprensivo.
La aprensiva es usted, señora.
A última hora, Lourdes Maldonado y Carlos Núñez compartieron micrófono. Se afanaban en recordar la vocación de servicio público de RNE, como si el día de ayer fuera la justificación misma de su existencia. Lo cierto es que la emisión fue trepidante, con continuas actualizaciones y conexiones con los redactores desplegados por toda España.
Fue emotivo cuando uno de ellos, desde Malasaña, explicó que un vecino había sacado la radio al balcón y que medio centenar de personas se habían congregado debajo para seguir la emisión del informativo. O cuando el propio Carlos Núñez le contó a Lourdes Maldonado que había logrado llegar a la radio haciendo autostop. En La Tarde de COPE, Manolo Lama contó que a él lo había llevado a la emisora un coche de la limpieza cuyo trabajador paró tras quedarse colapsado en la M30.
La radio, de nuevo, en el centro de un país. Avanzada la tarde, en el chino de mi ciudad se acabaron los transistores. La radio a pilas es, como el libro o el atardecer, un refugio seguro, un asidero ante el miedo, una palabra contra la soledad.
Es martes, ha vuelto la luz y este es el menú de la edición de SHOY:
Hoy en la radio: los comunicadores pelean por encontrar el adjetivo exacto que describa lo sucedido en las últimas horas.
Hoy en el Podcast: Es martes y toca nuevo episodio. La protagonista es Paloma García Ovejero, la primera mujer en la historia que ocupó la portavocía del Vaticano. Fue entre 2016 y 2018. Me cuenta que ha perdido al hombre que le cambió la vida; y que al Papa le encantaba la radio.
Hoy recomiendo: Uno de los episodios más increíbles de la historia de Radio Ambulante, que describe lo sucedido en Ecuador con la emisión de una adaptación de La Guerra de los Mundos emitida por Radio Quito en febrero de 1949.
Por cierto, antes de seguir. Puede que a ti te pase como a mí, que tienes un activador del asombro en el cuerpo que se te activa ante los grandes acontecimientos.
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1️⃣ Hoy en la radio: Y la luz se me apagó
Escribe Javier Montes en La radio puesta, libro canónico del que te hablaré muy pronto, que la radio “nos sitúa de nuevo en la vida y la ancla en nosotros”. Así sucedió ayer con gravedad: la escucha analógica nos introdujo en la realidad de un día sin luz, en sus causas y posibles consecuencias, en sus efectos; y nos metió esa vida ajena en la nuestra.
Hoy en la radio, ha habido dos líneas de actuación:
¿Qué ha pasado?
¿Por qué ha pasado?
La primera pregunta es algo más sencilla de responder, la segunda, no. Lo resumía esta mañana a la perfección Marta García Aller en Más de Uno: “Al día siguiente del apagón, ya tenemos luz y ninguna explicación”.
También en Onda Cero, el economista José Carlos Díez trataba de aportar claves de interpretación:
👉 La revolución tecnológica nos ha hecho más eficientes, pero también más vulnerables.
👉 Paradójicamente, la solución es avanzar más en tecnología, especialmente en ciberseguridad.
👉 Necesitamos la tecnología, pero sin renunciar a lo analógico por pura contingencia.
“Frente a la diligencia de los servicios públicos, el apagón del Gobierno”, ha dicho Carlos Herrera. Sánchez “tardó seis horas en comparecer y para no decir nada”. El periodista de COPE no ha podido evitar rescatar un sonido antiguo del presidente en el que este decía, al hilo de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania: “No va a haber ni apagones de electricidad, ni racionamiento de bombonas de butano…”.
“El apocalipsis ha sido por entregas. Después de pandemias, grandes tormentas, erupciones de volcanes, una guerra cercana, una DANA en Valencia… un gran apagón. Apagón propio de Cuba o Venezuela”.
Sobre las causas, Herrera ha tratado de ser didáctico y ha hecho este ejercicio de síntesis:
La causa más probable es el “exceso de generación eléctrica”
Que estuvo provocado por “un día de mucho sol y mucho viento”
Lo que provoca “inestabilidad en el sistema”
Y que hizo que, para reiniciarlo, “han tenido que reiniciar poco a poco, metiendo tensión progresivamente, para que no reventaran las subestaciones”.
Eso en cuanto al qué pasó.
Sobre la gestión de la crisis, Herrera ha destacado “el civismo extraordinario que ha mostrado la sociedad española” y “la diligencia de los servicios públicos”.
Frente a eso, “el apagón del gobierno durante horas”. No compareció Sánchez hasta pasadas 6 horas “porque no tenía a nadie a quien echarle la culpa”. “Lo que es irreparable es el daño para la imagen del país”, concluía el director de Herrera en COPE.
Herrera ha criticado que Sánchez hablara ayer de Red Eléctrica “como si fuera un operador privado”, cuando, ha explicado, “no es un operador privado del todo porque la SEPI tiene el 20%”. También ha hecho referencia a esta noticia que hoy adelanta el diario El Mundo: Repsol alertó hace cinco días de un gran fallo de suministro eléctrico que paró su refinería de Cartagena.
España es una isla
Me ha gustado la explicación que ha aportado en Las Mañanas de RNE Gonzalo Escribano, director del programa de energía y clima del Real Instituto Elcano. Le ha contado a Josep Cuní que “una isla eléctrica, como es España, tiene muchos riesgos”; y que nuestro sistema eléctrico “tendría que funcionar con mucho almacenamiento”. El problema, ha explicado, “es que el almacenamiento, a día de hoy, no es una tecnología que esté bien desarrollada”.
En la SER se han decantado hoy por la descripción: cómo se vio afectado el sistema de transportes, el sanitario y qué está pasando hoy: “Hasta ahora las únicas ciudades que garantizan el funcionamiento del metro son Barcelona y Bilbao”, ha dicho Àngels Barceló a las 7 en Hoy por Hoy.
Sobre las consecuencias políticas del apagón, Àngels Barceló ha reconocido que “todo pasa por las pocas certezas que hay”, aunque “la oposición pide más claridad” tras las parcas explicaciones que hasta ahora ha dado el Gobierno.
Y ha destacado esta frase de ayer de Alberto Núñez Feijóo:
“La preocupación va creciendo y la desinformación se va acumulando; y necesitamos saber”.
Ya a las 8, Barceló resumía: “La energía que se fue en solo 5 segundos ha ido volviendo durante la noche y la madrugada”.
Alsina, por su parte, hacía la misma distinción a la que hacía referencia un poco más arriba.
“Esto es todo lo que el gobierno, con la información de Red Eléctrica, ha sido capaz hasta ahora de contar: no el porqué sino el qué. Qué sucedió: que el sistema eléctrico cayó a cero. ¿Por qué? No hay respuesta”.
El director de Más de Uno ha conectado con el periodista David Gabás quien, desde el Metro de Madrid, confirmaba que el suburbano de la capital acababa de abrir sus puertas. “Escribiéndole a mi jefe estoy, preguntándole sipuedo teletrabajar”; “acabo de pedir un taxi”. Son algunos de los testimonios que hemos podido escuchar.
La radio puesta
En lo que ha habido consenso esta mañana es en sacar pecho en nombre de la radio. No quiero caer en ombliguismos innecesarios, pero es evidente que si hay un medio con capacidad para adaptarse a las circunstancias, sean estas las que sean, es la radio. Que ha sido luz para el mundo en guerras, pandemias y apagones. Hay que agradecérselo a su tecnología analógica, al las famosas ondas hertzianas, que atraviesan montañas y fronteras, sobe todo en la Onda Corta y en la Onda Media.
A lo mejor vivimos demasiado rápido.
A lo mejor confiamos demasiado en lo digital.
La radio salva porque es sencilla.
Grabé este video en torno a las 13:15 horas. Es Radio Nacional de España.
Herrera: “Ayer la radio volvió a convertirse en la única referencia de la jornada. El protagonismo de los transistores que tenían en los años 80 del siglo pasado. En términos de comunicación, ayer volvimos de golpe a los años 80”.
Alsina: Millones de españoles han estado ocho, diez, doce, catorce horas no sólo a oscuras sino sin posibilidad de informarse de lo que sucedía salvo a través de ese invento tan valorado hoy que es el receptor de radio con pilas. Que además de informar, consume poco y dura casi eternamente.
Ayer fue un día complicado para los técnicos y periodistas de la radio. Hubo carreras por los pasilllos, acopio de pilas y baterías, de cables, unidades móviles lanzadas a estaciones y aeropuertos, los quantum disputados como si fueran el último bocata, crónicas mandas por WhatsApp cuando se podía, directos infinitos, programas entremezclados, horarias en su tiempo, ruidos justificados… y en ese plan.
Mi más sincera feclicitación a todos los que lo hicieron posible.
2️⃣ Hoy en el Podcast: Paloma García Ovejero, el Papa y su amor por la radio
Cuando conocí a Paloma García Ovejero, hacía 20 años, ella ya era una de las voces más reconocidas de COPE, a pesar de su juventud. Hacía el resumen de prensa con Federico, y eso eran palabras mayores. Tenía que lidiar con la colección de personajes que pululaban en aquella hora y media de radio visceral.
Luego fue jefa de Sociedad, de Cultura, corresponsal en Roma y en el Vaticano, en Londres y en Bruselas.
El día de mi boda, ella leyó una de las lecturas y nos regaló una preciosa bendición del Papa Francisco, que conservo como oro en paño en la pared de mi despacho, aquí al lado, a unos dos metros de este teclado desde el que te escribo.
Cuando en 2008 dejó la portavocía de la Santa Sede, lo hizo con un voto de silencio estricto que ha guardado hasta hace ocho días. En el momento en que murió el Papa, el hombre que le cambió la vida, supo que debía hablar.
De contar que era un hombre alegre, con un gran sentido del humor,
que tenía una fe profunda,
y que le encantaba la radio.
Y muchas más anécdotas, recuerdos y vivencias que Paloma ha querido compartir conmigo — y contigo — en el episodio de esta semana de Hoy en el Podcast.
Grabamos la entrevista el pasado jueves. Acababa de aterrizar en Roma, donde asistiría, horas después, al funeral de su amigo Francisco. Me contó que solo en ese momento, cuando viera su féretro, se permitiría romperse.
Espero que disfrutes de esta conversación sobre la vocación, la fe, el compromiso y, por supuesto, la radio.
Escucha el episodio en tu plataforma de audio
3️⃣ Hoy recomiendo: La Guerra de los Mundos en Quito
Lo vivido este lunes, como ya te decía un poco más arriba, ha vuelto a demostrar la capacidad de la radio para ser presente, para hacer historia y para conectar con lo real.
Incluso cuando tenemos la mirada gastada por ficciones apocalípticas, incluso cuando hemos visto el infierno en los videojuegos; o precisamente por eso: la radio tiene el poder de transportarnos al complejo mundo de la imaginación.
Por eso, hoy quiero recomendarte uno de los episodios de Radio Ambulante que más he disfrutado en mi vida. Se titula Los extraterrestres y narra la fascinante historia de la adaptación de La Guerra de los Mundos que realizó Radio Quito, la capital de Ecuador, en febrero de 1949.
La ciudad era entonces pequeña. Sus habitantes vivían en un tiempo lento, sin televisión ni muchos otros pasatiempos más allá de la radio. Ni siquiera era habitual que la gente tuviera radios en sus casas. Se juntaban en la calle para escucharla entre los vecinos. Era su ventana al ocio, a la actualidad y a la vida más allá de las rutinas.
Por eso, la mayoría no dudó de la veracidad de la historia que aquella noche contaron desde la emisora: unos extraterrestres se acercaban a la ciudad destrozando todo a su paso. Ni siquiera las inserciones publicitarias del espacio les hicieron darse cuenta de que se trataba de una ficción.
Y, cuando desde la emisora, viendo el colapso que estaba provocando el programa, confirmaron que todo era falso, ya era demasiado tarde. Una turba enfurecida, con palos y antorchas, se dirigió a la radio para consumar su venganza.
No te cuento más para que puedas disfrutar del desenlace y de la sensibilidad con la que está planteado el episodio.
Que lo disfrutes.
Hace unos días que ando preguntando por ahí a la gente si lo que quieren hacer es un churro o un pódcast.
Porque no es lo mismo.
Empieza por aquí 👉 guillermovilaradio.com